Cuentan,
que los mensajes llegaban en una botella.
Yo, como no soy mujer echada a la Mar, nunca lo he esperado.
que los mensajes llegaban en una botella.
Yo, como no soy mujer echada a la Mar, nunca lo he esperado.
Tampoco pensé que mi destino estuviera encontrarlo en un cartón, acompañado de un ramito de hierbas recien nacidas...
... este es el mensaje subliminar que acopaña al principal...
¡Ahí queda!...