Recordando estigmas

El otro día celebraba mi cumpleaños. Celebraba el no se cuantos aniversario del primer estigma. Duradero, crónico y del que se habla hasta en el último momento de nuestras vidas.
Nos condiciona nuestra salud, lo que comemos, nuestros estudios, nuestro trabajo.
Nos clasifica y nos ordena siguiendo el criterio de que es preferible el error a la confusión. Hasta los amantes olvidan la fuerza de la atracción y se preguntan, ¿cuantos años...?
Algunos, en la medida en que se contaminan de Realidad, todos los aniversarios pasan por la taquilla y dejan sueños en el abandono.
Otros, navegamos encima de la cresta de la ola, el vaivén nos aproxima a unos extremos y a otros, nos deja ver otros horizontes, nos acarrea dificultades, emociones, sorpresas. Trae y lleva.
¡¡Es apasionante!!